Dos semanas después de las devastadoras temperaturas que azotaron al sur de Texas, el especialista en extensión de AgriLife, Juan Anciso, dijo que el daño causado por el frío se está enfocando más claramente.
Tom Karst de The Packer habló con Anciso en una videollamada el 3 de marzo.
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Anciso hablaba sobre una severa helada en el sur de Texas del 14 al 16 de febrero que sometió a las plantaciones de cítricos a temperaturas tan bajas como -6 grados. Una noche vio las temperaturas bajar a menos de -3 grados durante 12 horas, y otra noche vio que las temperaturas se mantuvieron por debajo de los -3 grados de siete a nueve horas.
Eso es perjudicial para muchos cultivos, y especialmente para los cítricos, dijo.
La fruta de los árboles se congeló y era imposible de vender.
“También sabemos que la producción para este año que viene, que básicamente comienza a fines de septiembre (y va) hasta mayo del próximo, se ve afectada porque es el momento de que empiecen a cuajar las floraciones”, dijo.
“En cierto sentido, perdimos dos cosechas”, dijo Anciso.
Aún es prematuro determinar la extensión del daño a los árboles de cítricos, pero dijo que era más severo para los árboles de lima, limón, uva y naranja que tenían menos de tres años.
Las primeras estimaciones de daños a los productores de cítricos de Texas van desde $230 millones hasta $300 millones de dólares, y Anciso dijo que no incluye ninguna pérdida potencial de árboles.
Las pérdidas por congelación estimadas en los cultivos de hortalizas de Texas fueron de $150 millones de dólares, principalmente en la región de Winter Garden y la parte baja del Valle del Río Grande.
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Muchos cultivos de hojas verdes se vieron afectados.
Anciso dijo que el daño a la cosecha de cebolla de Texas, que comienza a enviarse a mediados de marzo, se ha “estimado” del 20% al 30%.
“En su mayor parte, la cosecha lo ha logrado, pero no hay duda de que habrá algunos campos que serán (arados)”, dijo.
Anciso dijo que la última helada devastadora que afectó la cosecha de cítricos en la parte baja del Valle del Río Grande ocurrió en diciembre de 1989.
“Hemos tenido un clima frío entre 1989 y ahora, pero (las heladas) nunca tuvieron ningún daño significativo con ellos”, dijo.
Fuente: The Pacler
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