La Asociación Internacional de Producto Agrícola ha publicado dos nuevos informes que destacan el impacto de la crisis agrícola en la industria y la seguridad alimentaria de Estados Unidos.
El informe del que son coautores la Universidad Texas A&M, el Centro de Investigación de América del Norte y destacados expertos en agricultura, concluyó que si el Congreso no actúa rápidamente, los consumidores estadounidenses tendrán que depender de países extranjeros para satisfacer las necesidades alimentarias de Estados Unidos, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y los intereses de seguridad nacional.
“Los costos laborales fuera de control podrían obstaculizar nuestra cadena de suministro de alimentos y hundir a la agricultura estadounidense en una crisis”, dijo la directora ejecutiva de IFPA, Cathy Burns. “Estos informes subrayan la necesidad urgente de que el Congreso actúe para brindar alivio a los agricultores y reformar las regulaciones existentes que imponen obligaciones a los empleadores más allá de su control y permiten que los trabajadores reciban salario por el trabajo no realizado”.
A partir de 2020, gran parte del suministro total de fruta fresca de EE.UU. se importa en lugar de producirse en el país. En la década de 2000 se importaba el 37% de la fruta y en 2022 esta cifra llegará al 55%. El informe también encontró que los salarios agrícolas aumentaron en más del 20% debido a aumentos en la tasa salarial de impacto negativo impuestos por el Departamento de Trabajo para sus trabajadores en el programa de H-2A, que muy a menudo está en desacuerdo con las condiciones del mercado local.
La IFPA dijo que la presión económica sobre los agricultores y la menor competitividad en los mercados internacionales podrían afectar a los consumidores a medida que los alimentos locales se vuelven más caros.
La Cámara y el Senado están considerando una serie de leyes que podrían abordar varios problemas del programa H-2A. Estas consideraciones incluyen varias disposiciones que mantendrían la AEWR actual para el programa H-2A, prevenir la implementacion de la ley más reciente del Departamento de Trabajo promulgada en mayo de 2024 y revisarían la ley promulgada en febrero de 2023.
Desde los altos costos que suponen una carga para los consumidores y el poco acceso a los alimentos nutritivos, hasta la creciente dependencia de países extranjeros para nuestro suministro de alimentos, las consecuencias de una acción lenta del congresosobre esta crisis agrícola podra ser de gran alcance en un futuro.
Fuente: The Packer