La inflación alimentaria ha crecido a lo largo de toda la población en desarrollo desde la invasión Rusa en Ucrania y ha atrapado a países más ricos en un ciclo de precios crecientes, dice el Banco Mundial.
La organización menciona que la guerra en Europa del este afectaría a muchos países con un incremento en sus pagos en alimentos equivalente a más del 1% de su PIB total, mientras que otros no podrán solventar el impacto y caerán en una crisis de deudas.
El Líbano ha sido el más afectado justo después que una de sus bodegas de granos explotara hace dos años en Beirut, hecho que afectó seriamente la habilidad del país de mantener y distribuir maíz y trigo a su población de 6.8 millones.[metaslider id=5544]
En este país la inflación llegó al 332% en junio, por delante del incremento de 255% en Zimbabwe y el de 155% de Venezuela. Turquía fue el cuarto país más alto con una tasa de inflación del 94%.
Hace un mes Ucrania y Rusia lograron un trato, apoyado por Turquía y las Naciones Unidas, para permitir buques de contenedores que cargan con grano salir de los puertos ucranianos. Esto ha ayudado a reducir los precios por una cantidad considerable, pero aún lejana a lo que estos países en desarrollo estaban acostumbrados previo a la avalancha que ha causado la pandemia y la invasión rusa.
Fuente: The Guardian
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