A lo largo de la historia han habido acontecimientos que han propiciado un cambio de paradigma de una era a otra, donde cambios fundamentales en la manera en que hacemos las cosas son reemplazados por formas nuevas y variadas.
No cabe duda de que la pandemia por coronavirus será clasificada como uno de los factores de cambio global más grandes en la historia de la humanidad. Basándonos en esto, ¿cómo estos cambios afectarán a la industria de los productos frescos?
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Antonio Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, señaló que, “Al declarar el 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Hortalizas, estamos … instando a la adopción de un enfoque más holístico de la producción y el consumo que beneficie la salud humana y ambiental. .. Comprometámonos … con un mundo más saludable, resiliente y sostenible donde todos puedan acceder y pagar la nutrición diversa que necesitan ”.
Se puede decir que nos encontramos en la cúspide de un aumento descomunal en el consumo de frutas y verduras frescas durante esta década. Sin mencionar el trato favorable de la ONU a los productos frescos, el Departamento de Agricultura de EE. UU. dio a conocer sus pautas para las dietas estadounidenses.
Conforme a las pautas dietéticas recientemente publicadas para los estadounidenses, donde más de la mitad de la población sufre de alguna enfermedad crónica relacionada a su alimentación. Las pautas son parte de la solución, tal como lo explican, es “Hacer que cada bocado cuente”, incorporando alimentos nutritivos como frutas y verduras en nuestras dietas.
Con la llegada de una generación más consciente por lo que consumen, es de esperarse que nos encontremos en un momento histórico, donde las personas se preocupan por incorporar frutas y vegetales frescos, así como carne de buena calidad. De seguir con esta tendencia indica un futuro muy fructífero (juego de palabras) para la industria de los alimentos.
Fuente: The Packer
