El presidente electo Joe Biden planea nominar a Tom Vilsack para secretario de agricultura de los Estados Unidos, es muy probable que esta nominación tranquilice a los agricultores de cultivos básicos. Sin embargo, la nominación de Vilsack ha sido rechazada por algunas de los grupos de personas que ayudaron a Biden a derrotar a Trump: organizaciones que representan a minorías, organizaciones rurales progresistas, agricultores familiares y ambientalistas.
[metaslider id=”5701″]
Tom Vilsack fue nombrado secretario del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos durante la administración de Barack Obama, además, fungió como gobernador del estado de Iowa de 1999 a 2007.
Dentro del partido demócrata, muchos miembros están de acuerdo con el nombramiento, en gran parte debido a su política moderada y sus buenas relaciones con los agricultores del medio oeste de Estados Unidos. En contraste, la parte más progresista del partido crítica sus lazos con los grandes corporativos de agronegocios y grupos de cabildeo como American Farm Bureau Federation y U.S. Dairy Export Council.
Independientemente si se confirma su nombramiento como secretario de agricultura o no, lo que sí es una realidad es que el próximo gobierno de Estados Unidos tendrá que enfrentar una de las peores crisis de hambre en ese país desde la Gran Depresión. A finales de noviembre de 2020, más de 25.7 millones de estadounidenses mayores de 18 años dijeron que no tenían suficiente para comer, según la última encuesta del Censo de Estados Unidos.
Todd Van Hoose, presidente y director ejecutivo del Farm Credit Council dijo que Joe Biden enfrenta una transición accidentada y una perspectiva nublada.
Con la deuda real de Estados Unidos excediendo a la economía este año, los déficits federales son un problema a largo plazo que podría limitar la ayuda a la agricultura. Comprometimos billones para salvar la economía, y ahora se prevé que el déficit se cuadruplique como resultado del dinero que gastamos en COVID, añadió Van Hoose.
Fuente: The Packer, Reuters y The Guardian
