La División de Ciencias Agrícolas y Recursos Naturales de la Universidad Estatal de Oklahoma está utilizando un programa interactivo llamado Testing Ag Performance Solutions para ayudar a los agricultores de maíz y algodón con sistemas de irrigación para mejorar la gestión del uso del agua.
Esta estrategia les permite a los productores de esa región probar esta tecnología antes de invertir su propio dinero en sistemas similares. Esta es una excelente manera de promover el uso de estas tecnologías, ya que los productores reducen el riesgo de hacer una inversión que no sea redituable.
Las encuestas muestran que apenas el 10% de los productores utilizan avances recientes en la tecnología de irrigación. La razón principal son los mayores costos operativos asociados con los nuevos equipos.
Una gran razón por la cual se llevan a cabo estos programas es que gran parte de esa región de Estados Unidos en donde se cultivan granos depende del acuífero Ogallala, el cual se extiende a lo largo de ocho estados y sustenta aproximadamente el 30% de todo el riego agrícola en los Estados Unidos. Sin embargo, el acuífero por sí solo no puede cubrir la demanda. “Desafortunadamente, el acuífero no puede satisfacer la demanda, se recarga más lento de lo que se extrae el agua”, dijo Jason Warren, especialista e investigador en conservación de agua y suelo de OSU Extension. “Esto subraya la necesidad de que todos, incluidos los productores agrícolas, hagan el uso más eficiente de los recursos hídricos disponibles para que sus operaciones sean sostenibles”.
Fuente: Farm Progress
