Los fraudes sobre frutas (y productos en general) suelen estar relacionados con los requisitos de etiquetado para las prácticas de producción, los lugares de producción o las marcas. En algunas partes del mundo, se pueden utilizar sustancias no aprobadas para acelerar o mejorar la maduración o hacer que la fruta se vea más atractiva visualmente.
Sin embargo, el fraude de productos frescos todavía puede ocurrir de muchas maneras. Estos incluyen certificaciones orgánicas fraudulentas, marcas falsificadas, declaraciones falsas de origen geográfico y el uso de agentes de maduración no aprobados
En 2019, una empresa canadiense fue acusada de identificar erróneamente el brócoli cultivado en California como un “producto de Canadá”. En 2018, se incautaron 500 kg de mangos en un mercado de Puducherry, India, porque habían sido madurados con carburo de calcio.
Actualmente, hay 108 registros de incidentes y 54 registros de inferencia de productos frescos en la base de datos de fraude alimentario. Muchos de estos están relacionados con certificados orgánicos falsificados, pero también hay algunos ejemplos, incluida la tergiversación de variedades, el origen geográfico falsificado y el uso de sustancias como el etefón, la mejora del color artificial y las etiquetas falsificadas.
