La industria de servicios de alimentos fue el segundo empleador del sector privado más grande de Estados Unidos, inyectando $2 billones de dólares en la economía antes de que golpeara el COVID-19. Una encuesta de septiembre del año anterior realizada por la Asociación Nacional de Restaurantes a casi 100,000 restaurantes de Estados Unidos, muestra que casi uno de cada seis ha cerrado debido al impacto económico de la pandemia.
Durante el último año, los bares, restaurantes y hoteles de todo el país se vieron obligados a cerrar en medio de crecientes casos de COVID-19. Muchos de estos han cerrado sus puertas definitivamente, otros siguen en pie pero tardaran mucho en recuperarse. Todo esto ha generado la pérdida de muchos empleos.
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En contraste con el panorama de esta industria, los supermercados y tiendas donde se comercializan alimentos han crecido considerablemente. Al igual que las aplicaciones de entrega de comestibles y alimentos, por ejemplo Doordash, una de las plataformas de entrega más destacadas y populares, reportó casi $2 mil millones de dólares en ingresos este año de enero a septiembre, un aumento de más del 200% para el mismo período del año anterior.
A pesar de que las ventas de servicios de alimentos han mejorado desde el inicio de la pandemia, es posible que no regresen a los niveles previos a la pandemia hasta la segunda mitad de 2022, según un nuevo informe de CoBank’s Knowledge Exchange.
También hay visiones menos optimistas sobre este aspecto. Dan Simons, copropietario de Farmers Restaurant Group, Washington, DC dice que el inicio de año seguirá siendo malo para los restauranteros y que espera que sea hasta 2024-25 para volver a tener la ocupación pre-COVID.
Fuente: Produce Blue Book y NewsDakota